¿Y si nos quedamos con Ansu?
Parece ser que Ansu es venta clara, y digo parece porque por mucho que haya rumores y se escuche a unos y otros hablar del futuro del jugador, hasta que no se confirme nada de manera oficial, no podemos saber a ciencia cierta que pasa o que se baraja para su futuro.
Dicen que tanto el padre como Jorge Mendes en este caso, están intentando convencer al chico de que lo mejor es que salga del Barça pero este se mantiene fuerte en su decisión de quedarse.
Por otra parte, tenemos a Xavi y al club. Uno para decidir si cuenta y apuesta por él, que según dicen no es el caso. Y el otro, porque una venta valorada en unos 60 millones, ya sea con dinero o intercambio de jugadores, daría mucho margen de maniobra económica.
Ahora bien, de verdad hay que vender al 10 del Barça. Si nos quedamos con el rendimiento de esta temporada, la respuesta sería un sí claro. Hay que admitir, que no ha estado al nivel que se le exige y que por momentos se le ha visto desanimado, decaído, como fuera del equipo, sin ninguna chispa y ni por asomo parecido a aquel niño que deslumbro con 17 años.

Pero como cualquier historia, se puede ver desde distintos puntos de vista. Al igual que es cierto que no ha estado a la altura, hay que recalcar que ha tenido partidos en los que se han visto destellos del jugador que fue y puede llegar a ser. Ha metido 9 goles y dado 3 asistencias jugando mucho menos que sus compañeros y en una temporada donde volvía de dos años muy duros por las lesiones.
Si hablamos en términos futbolísticos, es el extremo ideal para un lateral como Balde ya que tiene preferencia de ir hacia el interior dejando espacios a su espalda. Además no nos olvidemos de su calidad y poder asociativo. Sería interesante ver a un Ansu con confianza al lado de jugadores como Pedri, De Jong, Gavi, Lewandowski y si nos podemos a soñar un poco, con Messi, Gündoğan… Y lo más importante de todo, su facilidad para el gol.
Entonces es cuando me pregunto si de verdad en necesario desprenderse de un canterano a las primeras de cambio. Un canterano que fue la ilusión del barcelonismo cuando no había mucho para sonreír, un canterano que despunto siendo un niño con goles y desparpajo y un canterano que quiere triunfar en el club de su vida y que las malditas lesiones por el momento no se lo están permitiendo. No nos precipitemos, seamos pacientes y démosle una oportunidad.
Con confianza y sintiéndose importante estoy seguro que no nos arrepentiremos. Si hay que votar, mi voto es SÍ.