El adiós de Piqué supone algo más que la salida de un referente, una figura de peso, la representación de lo que es ser culé en definitiva, pero el F.C. Barcelona está listo para un cambio generacional, con una afición que desea volver a tocar la gloria y con caras nuevas que vienen pisando fuerte en el fútbol mundial.
No es de suponer que no será imposible suplir el hueco que un 11 de febrero de 2009, Gerard Piqué ocuparía para estar en los partidos más épicos y en las batallas de un club que lo ha tenido todo y le apuesta a encontrarlo con jugadores como Ronald Araujo (23 años), Jules Koundé (23 años), Andreas Christensen (26 años) entre otras promesas jóvenes de «La Masía«.
Este sábado un Camp Nou a reventar gritó su nombre, en un partido que no deslumbró por su rival, el cuál presenció la partida de aquel que protegió el arco por 14 años, con más de 616 partidos y 53 goles.
Todo está servido para el «The last dance» de un referente, de una figura futbolística que despertó odios y amores, para un hombre que nació para ser jugador del F.C. Barcelona.
Maria777.