Desde que Xavi anunció su marcha, que aún esta por ver, el equipo no ha perdido, casualidad o no, es un tanto curioso. Quizás, solo quizás, no estábamos tan mal como parecía.
Cierto es que la imagen que se estaba vislumbrando antes de Navidad y que se confirmó durante los meses de enero y febrero no fue la deseada. Pero ¿y si el entorno fuese menos catastrofista? Y con esto no lo culpo de todos los males del club y del equipo, ni mucho menos. Pero, ¿es necesario cada vez que las cosas no salen del todo como se esperaban o se produce algún pinchazo inesperado formar las que se forman?
Seguro que todos, directiva, cuerpo técnico y sobre todo jugadores rendirían mejor y no se entraría en pánico cada vez que hubiese un resultado negativo o un partido se pusiese cuesta arriba. Y repito, con esto no justifico los meses de enero y febrero, pero cierto es, que en muchas ocasiones no se ayuda lo suficiente.
Dicho esto, se plantaba el Barça ayer en el Parque de los Príncipes con muchas dudas de si lo visto en los últimos meses era solo un espejismo o de verdad el equipo había dado un paso adelante. Y visto lo visto lo ha dado. El equipo hizo uno de los partidos más serios de la temporada y en Europa hay que echar la vista muy atrás para recordar un partido así y sobre todo fuera de casa.
Y lo más importante, después de una gran primera parte y de marcharse a vestuarios mandando en el marcador, el equipo supo reaccionar después del 2-1.
No es fácil verse en solo 5 minutos por detrás y “tirando” la gran primera parte. Esta vez no se puede decir que fue por desconexión, más bien fue por acierto del rival. Y aquí, en el punto donde muchas otras veces el equipo se había diluido, se reaccionó. Los jugadores supieron sostenerse y no caer a la lona. Desde el banquillo, Xavi, reaccionó también, como deben de reaccionar los grandes entrenadores, antes de que se produjese una debacle que para disgusto ha pasado demasiadas veces en los últimos años. Y hay que admitirlo que a mas de uno se nos paso por la cabeza.
Pedri entro como lo que es, un crack que solo necesita que las lesiones le permitan hacer lo que mejor sabe, jugar al fútbol. Si las lesiones empiezan a respetarle, es uno de los mejores jugadores del mundo.
La remontada se llevo a cabo gracias a un Raphinha que hizo su mejor partido de azulgrana (importante que sepa adaptarse a distintas posiciones) y a Christensen, que no podrá jugar la vuelta.
El martes toca apoyar al equipo desde el principio y sellar el pase a semifinales. Lástima de ese principio de año y de la desventaja en Liga, pero en el fútbol nunca se sabe…