Un partido más de liga donde Munuera Montero fue el gran enemigo del Barça.
Un arbitraje de vergüenza
El Barça pudo aguantar y a la vez poder encontrar el triunfo clave, para seguir en la liga contra el Alavés. Pero Munuera Montero fue el gran obstáculo para el juego. Se encargó de permitir el juego rácano y ratonero del equipo visitante, además de permitir hasta 20 faltas del Alavés y tan solo 2 amarillas.
En la primera parte tan solo 22 minutos de tiempo efectivo jugado.
Los jugadores deben despertar.
La plantilla del Barça, como en este caso el once de gala, debe despertar y jugar con más intensidad. El handicap del arbitraje y más los planes antifutbol de los rivales, perjudican.