La derrota liguera del Barça a manos de Osasuna exhibió un problema que puede lastrar al Barça: la poca profundidad de plantilla que hay. Ya sea por bloqueos de Tebas o por lesiones, el Barça debe sobrevivir con lo que tiene y pelear por todos los frentes, con un barcelonismo irracional en ocasiones.
Hay hechos claros.
La era Flick ha empezado. En liga iba a pleno de victorias hasta visitar El Sadar para enfrentar a Osasuna. El local superó al Barça, pero justamente uno de los puntos que hizo que esta diferencia se viera fue la ausencia de muchos jugadores y tener que rotar los pilares que quedan. Lesiones de la dimensión de Frenkie de Jong, Gavi, Christensen, Ronald Araujo o Marc Bernal, por citar algunos.
Además de las reglas de Fair Play de Tebas, que no permite fichar al tercer club más valioso del mundo fútbol, y reforzar como se debe, entre todos los recortes salariales. Nada sirve para el ok del presidente de una liga que va en picado a cuánto interés y el Barça es vital para mantener eso.
Flick debe sacar agua de las piedras.
Más que nunca a Flick hay que hacer un trato más justo a la hora de criticar. El equipo que tiene vivirá cambios durante toda la temporada entre sus pilares como Lewandowski, Lamine o Kounde en la defensa. Deberá cuidarlos como pueda ante los partidos y cargas que vengan y así como ha tirado de Marc Casado o Marc Bernal, tirará de muchos canteranos, con poca experiencia en primera división.
Hacer críticas destructivas ante cualquier derrota nunca ayudará en una temporada de supervivencia total, al menos que a Tebas le de por dar algo de visto de bueno para reforzar la plantilla en el mercado invernal.