La centrocampista de Puiggròs anotaba su primer tanto con la camiseta azulgrana, en su segunda titularidad, ante el Sevilla.
«Des de Lleida ciutat fins al lloc més alt del món«, como diría la letra de una canción indiscutible para la provincia catalana. Pero, más bien, hablaríamos «des de Puiggròs«. Los dos puños arriba, sonrisa en la cara, y llegaba su primer gol. Era el primer tanto de esa niña que soñaba con llevar la camiseta azulgrana. Era el primer gol de Alba Caño, con el primer equipo.
La cocción del tanto: el centro de Rolfö, directo a los pies de Alba Caño
Era su segunda titularidad en la liga. Minuto 56, 3 a 1 en el marcador ante el Sevilla. Fridolina Rolfö manda a lo lejano el balón, donde llega Alba Caño. La centrocampista responde con el pie, remata y sube el cuarto al luminoso. Los pensamientos que habían recorrido su cabeza, previamente a poner el sello en su primer gol de azulgrana, lo preveían todo. «Sabiendo el estilo de jugadora que es Frido, estos centros normalmente son su día a día, así que he pensado que lo podría cazar y me lo he creído hasta el final«.
El reto, más allá de meter el balón al fondo de la red, se convertía en la novedad. Un tímido «merci» respondía a un «felicidades«, en la zona mixta, así como un «mucho«, cuando le preguntaban si estaba contenta. Era la novedad, pero un inicio que probablemente se volverá a repetir, cuando la 28 azulgrana goce de más minutos en el once. Consciente de lo que habían hecho y de lo que les venía por delante: «Hemos hecho un buen partido, que hemos sumado los tres puntos, que era importante, y siguiendo para el siguiente objetivo, que es el domingo, contra el Chelsea, y a por más«.
El valor del día a día y un sueño cumplido
La Masia tiene una característica más allá del talento: el amor por el escudo. La de Puiggròs es una de esas jugadoras que despierta su yo interior de cinco años, cuando habla sobre cómo vive estar en el Barça, así como lo hacen las otras jóvenes y canteranas. «Para mí es un sueño estar aquí, porque yo siempre he sido culé desde bien pequeña. Poder estar con estas jugadoras, que son las mejores que hay. Y poder entrenar y estar el día a día con ellas, para mí eso es lo más bonito. Muy contentas».
Un sentimiento más allá de jugar los partidos. Alba Caño ponía el foco en el valor de poder vivir el día a día, al lado de las mejores, más allá del balón. «Valoro mucho más el día a día que los partidos, que al final son 90 minutos. Estar con ellas, convivir… son mil las experiencias que dejamos atrás». Momentos que vive ahora en dinámica, pero quien sabe si la siguiente temporada, lo hará con un dorsal inferior al 25.

De casa al equipo de su vida: la trayectoria de Alba Caño
Nacida el 30 de noviembre de 2003, Alba Caño empezaba su trayectoria futbolística cinco años después, en casa. Disputó siete temporadas en la Escola Comarcal de Futbol de Les Garrigues (2008 – 2015), club local cercano a su casa, al de su comarca: les Garrigues. De ahí daba el salto al club por excelencia de la provincia cuando hablamos de fútbol femenino, el AEM, donde estuvo hasta 2018 (2015 – 2018).
De casa, a lo mejor cerca de su casa, hasta dar el salto al Barça Juvenil, a la cantera del club de su vida (2018 – 2020). En ese año de pandemia, fue cuando firmó el paso previo al primer equipo, y empezó a formar parte del Barça B. Hasta el día de hoy, ya en dinámica con el mejor equipo de Europa, anotando uno de los tantos del encuentro ante el Sevilla.