Los azulgranas imponen su juego colectivo, alcanzan los cien puntos y recuperan sensaciones en una victoria contundente (100-71)
El partido comenzó con un ritmo frenético, con idas y venidas constantes de ambos equipos, que no perdonaban en sus ataques iniciales y sumaban puntos rápidamente, generando un primer cuarto de alta anotación. Desde los primeros minutos, Jabari y Punter mostraban su acierto desde la línea de tres, mientras que Fall se hacía fuerte en la pintura con un inicio muy resolutivo. El Maccabi dejó claro desde el principio que no le pondría las cosas fáciles al Barça y se mantenía cerca en el marcador. En el tramo final del primer cuarto, varias imprecisiones de los azulgranas dieron aire a los israelíes, equilibrando el partido en los últimos instantes. Algunos ataques mal resueltos en el último minuto permitieron al Barça cerrar el primer cuarto con una ventaja mínima de dos puntos (28-26).
El segundo cuarto arrancó con un mate espectacular de Da Silva, que marcó el tono del juego en el Palau en una noche clave tras una racha de resultados poco favorables. Buenos minutos para el equipo de Peñarroya, que lograba esa solidez defensiva que el técnico reclamaba en la previa, mientras que en ataque se mostraban acertados, con un gran Brizuela y un Metu imparable cuando tiene su día. Sin embargo, minutos más tarde, el partido entró en una fase de imprecisiones y errores no forzados, convirtiéndose en un caos donde ninguno de los equipos lograba imponerse.
El Barça reaccionó con un cambio de mentalidad total, decidido a irse al descanso con la máxima ventaja posible. Con Parker en pista, el equipo ganó en fluidez y encontró su mejor versión, alcanzando un punto álgido de rendimiento. Al final del segundo cuarto, los azulgranas mantenían el control del partido, sin permitir que un Maccabi combativo les pusiera en apuros (42-36).
El tercer cuarto comenzó con ambos equipos manteniendo el ritmo y la confianza de los periodos anteriores. En los primeros minutos, se vivió un intercambio de canastas en el que el Barça intentaba distanciarse, mientras que el Maccabi respondía con triples para mantenerse en la pelea. Sin embargo, los de Peñarroya aumentaron la intensidad, jugando con mentalidad ganadora y buscando cerrar la semana con un triunfo que devolviera la confianza al equipo.
Después de la pañolada del último partido en el Palau, el Barça estaba demostrando que, cuando juega en equipo, es capaz de superar cualquier obstáculo. La vuelta de Willy Hernangómez fue clave, ya que su presencia en la pintura ofreció nuevas variantes ofensivas. Con una defensa intensa y un acierto total desde la línea de tres con Punter, Jabari y Brizuela, los azulgranas lograron abrir una brecha de catorce puntos, dejando el partido bien encaminado para el último cuarto (74-60).
El último periodo mantuvo la misma dinámica, con el Barça ofreciendo espectáculo y asegurando la victoria ante un Palau entregado. Con el marcador controlado y la afición disfrutando, Peñarroya aprovechó para dar minutos a los menos habituales, asegurando una diferencia de más de veinte puntos. En los minutos finales, el partido ya estaba sentenciado, pero el Barça siguió sumando con ambición, alcanzando los cien puntos y dejando grandes sensaciones de cara al duelo del viernes ante el Olympiacos, líder de la Euroliga y eterno rival en la competición (100-71).